Hablar de Iker Marrón es hablar de superación, talento, esfuerzo y, sobre todo, de inspiración. Quienes le conocen de cerca no pueden evitar emocionarse al recordar su paso por el centro y la huella que sigue dejando cada día.
Desde que era pequeño, Iker convive con una enfermedad rara: atrofia muscular, un trastorno neuromuscular que afecta a las extremidades y limita la movilidad. Sin embargo, eso no le ha impedido avanzar, crecer, estudiar y convertirse en un referente dentro y fuera del aula. Su determinación ha roto barreras físicas y mentales, y hoy, convertido en colaborador del centro, sigue demostrando que no hay límites para quien tiene pasión y tesón.
Iker ha hecho todo su recorrido académico en Somorrostro: desde San Juan Ikastetxea, pasando por la ESO, Bachillerato y dos ciclos superiores, Energías Renovables y Diseño en Fabricación Mecánica. En esta última etapa, su talento con el diseño 3D le llevó a participar en varios proyectos en el Fab Lab, convirtiéndose en un auténtico experto en herramientas como AutoCAD y programas de modelado 3D.
Hoy trabaja en el Aula de Realidad Virtual del centro, colaborando estrechamente con profesorado y alumnado. Su función es clave: asesora a docentes, diseña contenidos y escenarios de aprendizaje virtuales y, además, imparte formación en programas como SIMLAB-VR o Unity, plataformas utilizadas en la creación de entornos de aprendizaje inmersivos.
Jorge Monja, uno de sus antiguos profesores y gran impulsor de su actual labor, destaca cómo Iker se ha convertido en un pilar imprescindible:
🗨 “Él hace cosas que yo, por tiempo o conocimiento, no podría hacer. Su trabajo nos permite avanzar en proyectos de innovación con una agilidad que antes no teníamos. Y además, es un gustazo compartir risas y café con él cada día.”
Desde su lugar en el aula, Iker genera materiales didácticos para cursos como el de Digitalización del Mantenimiento Industrial, colaborando también en la formación interna de profesorado. Pero su aportación va más allá de lo técnico. Ana Orallo, responsable del aula inmersiva, lo tiene claro:
🗨 “Gracias a Iker el aula ha cobrado vida. Tiene iniciativa, propone ideas y saca adelante tareas que sin él seguirían pendientes. Es un lujo tenerle en el equipo.”
Iker también participa en talleres de formación con alumnado de ciclos como Energías Renovables o Electricidad, enseñando nociones básicas de diseño en AutoCAD, tan demandadas en muchas empresas.
Pero si hay alguien que ha vivido su evolución muy de cerca es Inma Martínez, su Especialista de Apoyo Educativo durante muchos años:
🗨 “Acompañar a Iker ha sido un privilegio. Su humor, su forma de ver la vida, su capacidad para sorprendernos cada día… Iker deja huella. Su lema es claro: antes de decir que no puedes hacer algo, inténtalo.”
Alberto Yáñez, también profesor y amigo, resume su esencia en unas palabras que le definen perfectamente:
🗨 “De alumno comprometido a compañero ejemplar. Tu pasión, tu cabezonería, tu forma de enfrentarte a la vida… son ejemplo para todos. Espero seguir aprendiendo de ti mucho tiempo.”
Y es que Iker, con su esfuerzo diario, sus ganas de aprender y su generosidad para compartir, es mucho más que un colaborador. Es una inspiración viva para quienes le rodean. Como él mismo afirma con orgullo:
🗨 “Estoy muy contento de estar en el centro, es mi segunda casa. Me encanta poder enseñar… aunque prefiero hacerlo con los alumnos más que con los profes”, bromea.
Desde luego, en Somorrostro tenemos el privilegio de contar con él. Y con personas como Iker, el futuro siempre tendrá un motor lleno de ilusión, creatividad y humanidad.